Jaime Gil Aluja, Presidente de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras (RACEF), ha presentado en la primera jornada del Acto Nacional que la Real Corporación celebra junto a la Universidad de Valencia, el denominado algoritmo de Valencia, un algoritmo de asignación que permite definir la idoneidad del teletrabajo y su mejor combinación con el trabajo presencial una vez superadas las restricciones de movilidad de la pandemia. Bajo el título genérico de "Incidencias Económicas de la pandemia. Problemas y oportunidades", las sesiones se han inaugurado esta mañana en la sede barcelonesa de la Real Academia y en la Facultad de Economía y Empresa de la universidad, dos espacios interconectados por vía telemática en los que ponentes y asistentes han podido seguir el acto de forma presencial. Los que así lo han preferido han podido seguirlo en streaming a través del canal de YouTube de la RACEF.
En la sesión inaugural han participado Francisco Muñoz, Decano de la Facultad de Economía y Empresa; Dolors Furió, Directora General de Modelo Económico de la Generalitat Valenciana; Juan Antonio Sagredo, Alcalde de Paterna y Presidente de la Comisión de industria de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias; Mario Aguer, Académico de Número de la RACEF, y Javier Maqueda, también Académico Numerario. Al cierre de la primera jornada, Jaime Gil Aluja y Vicenta Mestre, Rectora de la Universidad de Valencia, han firmado un convenio de colaboración entre ambas instituciones.
Gil Aluja ha elaborado un algoritmo de asignación que tiene en cuenta tanto la capacidad telemática de los trabajadores como lae adecuabilidad telemática de las tareas asignadas en su trabajo, de tal forma que se tengan en cuenta, a partir de una gradación, todos los aspectos relacionados con el teletrabajo. Se trata, ha destacado el ponente, de la punta de un iceberg en la transición hacia un nuevo modelo laboral que debe ser más eficiente y productivo. Gil Aluja ha insistido en el servicio que, en definitiva, este mecanismo debe ofrecer al ser humano para mejorar su vida, en consonancia con las tesis que abandera la Escuela de Economía Humanista de Barcelona, de la que el Presidente de la RACEF es uno de sus principales impulsores.
En este sentido, el Académico ha recordado la figura de Arnold Kaufmann, artífice de la lógica difusa que el propio Gil Aluja contribuyó decisivamente a desarrollar. "Recuerdo sus seminarios de hace ya casi medio siglo. Y tengo anotado en uno de los cuadernos de notas una de las consideraciones que quiero destacar: 'En la comunicación -nos decía-, el humano y la electrónica no deben oponerse, sino asociarse. La alternancia de los caracteres dactilográficos y los símbolos dibujados proporciona una entropía que permite una lectura más fácil y un mejor agarre en la memoria humana'", ha recordado.