Jaime Gil Aluja, Presidente de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras (RACEF), esboza en una entrevista concedida a "La Vanguardia" su trayectoria vital y académica y el devenir de la Real Corporación desde su ingreso y su posterior responsabilidad al frente de la Junta de Gobierno. En este sentido, destaca cómo el pasado diciembre se cumplieron 50 años de su elección, lo que le convierte en el miembro de todas las Reales Academias que pertenecen al Instituto de España que ha tenido una dedicación más amplia a la labor académica.
"En diciembre de 2024 se cumplieron 50 años desde que soy académico. Cuando entré me eligieron los académicos de número. Primero, vicepresidente, y cuando murió el presidente de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, en el año 2002, cogí su cargo. Ya son 22 años de presidente", recuerda echando la vista atrás.
A lo largo de este tiempo, señala Gil Aluja, la Real Academia ha evolucionado para difundir su labor entre la sociedad, siguiendo su mandato estatutario, y para internacionalizarse, acogiendo en su seno a numerosos premios Nobel de Economía que han permitido difundir su labor mucho más allá de las fronteras españolas. Asimismo, actualmente realiza dos actos internacionales anuales de referencia y mantiene una intensa actividad científica impulsando la red internacional de investigación Barcelona Economics Network y difundiendo el legado de la Escuela de Economía Humanista de Barcelona.
La RACEF es la única de las diez Reales Academias Españolas del Instituto de España con sede en Barcelona -las otras nueve la tienen en Madrid-, y su ingreso fue un hito logrado durante el mandato del propio Gil Aluja, que el próximo año ocupará la Vicepresidencia de este organismo. Mientras tanto, asegura, sigue trabajando en el día a día de la institución.
"Ahora estamos preparando para el mes de noviembre desde la Real Academia un acto internacional importantísimo junto a la Barcelona Economics Network. Yo estoy trabajando en la conferencia de presentación, con la necesaria creación con nuevos conceptos, para después hacer mi ponencia, que normalmente es un algoritmo, así como el discurso de clausura. No es solamente hablar de cuál es el futuro que nos espera, sino decir por qué nos espera. Cuáles son las perspectivas y el camino que tenemos que seguir", concluye.
