Yuriy Kondratenko, miembro de la red científica Barcelona Economics Network y Académico Correspondiente electo para Ucrania, expuso el gran impacto medioambiental que está suponiendo la invasión rusa de su país, más allá de la enorme tragedia humana de la guerra. Kondratenko, que ha tenido que abandonar su hogar en Mikolaiv, intervino en el Seminario Internacional Abierto que celebró la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras (RACEF) entre los pasados 8 y 9 de junio con el trabajo "Incidence of the Science, Technology and Decision-Making Processes to the Negative Changes of the Regional and Planet's Ecosystems".
El Académico electo refirió bombardeos de artillería y ocupación de centrales nucleares, uso de bombas de fósforo y armas prohibidas, explotación minera de tierras agrícolas altamente productivas, explosión de grandes complejos regionales de combustibles y refinerías, destrucción de embalses con nitrógeno y otros productos químicos nocivos, incendios provocados y la destrucción de bosques, campos, edificios habitables, equipos industriales y militares, destrucción de presas de agua con la inundación de territorios útiles y bombardeo de parques naturales, entre otros desmanes de guerra provocados por el Ejército ruso.
"Según un reciente informe de la ONU, el hambre ahora amenaza a unos 45 millones de personas en 38 países debido a las pérdidas combinadas de guerras, sequías y la pandemia de coronavirus. El impacto de la guerra en los costos de alimentos, combustible y transporte aumentará estas cifras y limitará la capacidad de asistencia internacional. Los agricultores ucranianos aún podrían obtener una cosecha que ayudaría a alimentar a los hambrientos del mundo si la guerra terminara ahora. Pero esto tampoco funcionará si los puertos del sur de Ucrania y las rutas de navegación en el Mar Negro siguen bloqueados por el ejército ruso", señaló Kondratenko.
Para el investigador del Departamento de Sistemas de Inteligencia Artificial de la Universidad Nacional del Mar Negro Petro Mohyla, la comunidad internacional debe tomar nota y redoblar sus esfuerzos para detener esta guerra que tanto daño está haciendo al pueblo ucraniano y a todo su territorio de forma perentoria.