Ana María Gil Lafuente, Académica de Número, Bibliotecaria de la Junta de Gobierno y Directora del Observatorio de Investigación de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras (RACEF), plantea un modelo basado para evaluar el grado de cumplimiento del código de conducta por parte de los proveedores de cualquier empresa, considerando la sostenibilidad como un criterio. Una forma de contribuir desde la actividad mercantil a la lucha contra la crisis climática y el cuidado del medio ambiente. Gil Lafente articula su propuesta en el trabajo "Sostenibilidad en el proceso de compra desde la lógica difusa y la teoría de los Grupos de Interés", que firma junto al investigador Luciano Barcellos de Paula y que presentó en el Seminario Internacional Abierto que celebró la RACEF los pasados 8 y 9 de junio.
"La implicación de los grupos de interés es cada vez más importante para la sostenibilidad empresarial. Las empresas buscan la sostenibilidad como estrategia para obtener ventajas competitivas y los proveedores juegan un papel importante para lograrlo. Por esta razón a partir de la lógica difusa y la teoría de los Grupos de Interés se pretende desarrollar una línea de trabajo hacia la sostenibilidad y cómo los principios del Pacto Mundial pueden integrarse en estrategias de compra sostenibles", presentó la Académica la tesis de su estudio.
Para Gil Lafuente, la compra sostenible ior parte de cualquier empresa no es sino hoy en día una estrategia para obtener bienes o servicios que tienen en cuenta diversos aspectos éticos, laborales, económicos, sociales y ambientales en la cadena de suministro. Y el departamento de compras debe verificar la utilidad de la adquisición en la que los productos se eligen bajo ciertos requisitos ambientales y sociales. Para ello, la empresa debe establecer un sistema de diagnóstico y ordenación de proveedores que asuman los diferentes niveles de riesgo. Ahí es donde entra en juego este método que sistematiza para identificar las brechas actuales y optimizar los procesos.
"Los resultados obtenidos proporcionan una herramienta útil en la toma de decisiones para evaluar y seleccionar proveedores, tomando como criterios los temas relacionados con la sostenibilidad, en este caso teniendo como referencia el Pacto Mundial. También permite ordenar los principales proveedores e identificar áreas de mejora para cada proveedor, permitiendo a la empresa supervisar su cadena de suministro y adecuarse con las exigencias de otras partes interesadas. Asimismo, se refuerza la importancia de los grupos de interés para la sostenibilidad en las empresas", concluye Gil Lafuente.