En el Salón de Gremios del Fomento del Trabajo Nacional tuvo lugar la Solemne Sesión Oficial de recepción del Académico Correspondiente para Italia, Ilmo. Sr. Dr. D. Giancarlo Elia Valori, acompañado del Molt Hble. President del Parlament de la Generalitat de Catalunya, Ernest Benach.
Su disertación se ha centrado en China en el área geométrica y geopolítica mediterránea y ha versado sobre la progresiva expansión de China en la cuenca mediterránea, sobre todo en el campo bilateral y multilateral, nacida de la necesidad imperiosa del Gobierno chino de garantizarse el suministro de petróleo en grandes cantidades y al mínimo “coste” geopolítico en términos de dependencia estratégica de los países productores. Su infausta experiencia como cliente de la Unión Soviética pone de manifiesto la necesidad de posicionarse de forma distinta en el área europea y su destino de progresar hacia Oriente Medio y el Mediterráneo por motivos estructurales e inevitables. En el caso italiano, Valori considera que “a la vista de su posicionamiento en relación con China, su percepción de la realidad geopolítica y económica en la región mediterránea y sus estratégicas relaciones con todos los países de la región- y en particular con los del Magreb- así como la fluida operativa internacional con la Federación Rusa, en lo que concierne a la importación del petróleo, es un punto estratégico para las necesidades que tiene China con esta fuente de energía. Por eso podemos abrir el Magreb a China como importadora, a cambio de una asociación en el área del “Extremo Occidente” islámico y una serie de acuerdos bilaterales de importación de productos petrolíferos italianos a la China continental”. Para ello, Valori asegura que “resulta de gran interés el proyecto del Banco del Mediterráneo a través de su instituto de emisión, con el que se financiarían las importaciones petroleras de la zona y se favorecería la integración comercial de nuestras empresas, incluso pequeñas y medianas, en el gran mercado chino”. Elia Valori describe sin ambages que “el poderoso crecimiento industrial chino necesita inexcusablemente no fiar únicamente a los países exportadores de petróleo de Oriente Medio sino garantizar una relación estable con las zonas norteafricanas islámicas, con la cooperación italiana o también, directamente con Irán”. Por lo tanto, su tesis cuestiona el modelo que deberá seguirse para abrir el futuro Banco del Mediterráneo a la participación de China y discurre sobre la posibilidad de “seguir el modelo del BEI (Banco Europeo de Inversiones)”. En este caso, Valori considera que “ difícilmente, la lógica del BEI permitirá proponer una operación de ampliación del Banco del Mediterráneo a los grandes países emergentes como potencias económicas globales, que es lo que requiere China para consolidar su fuerte desarrollo económico actual”. Según Valori, “la atracción de capital chino hacia la zona, como contrapartida a sus requerimientos de petróleo del espacio económico mediterráneo, podría articularse mediante la incorporación como partícipe financiero o socio importante del proyecto del Banco Mediterráneo si se le ofrece una salida importante a su liquidez, al tiempo que se reduce el alto nivel de riesgo al que están habituados a hacer frente los bancos chinos”. En este sentido, “el nivel de crecimiento estable y la diversificación de la economía china permite pensar en la posibilidad de desarrollar un partnership financiero eficaz para la operación Banco del Mediterráneo al que China debería agregarse con un papel primordial”.