José Daniel Barquero, Académico de Número de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, alerta de la capacidad que ha asumido la inteligencia artificial para convertirse en un modelo integral de conocimiento y toma de decisiones en el estudio "El cambio epistemológico y consecuencias de la inteligencia artificial y su iniciativa científica en la actividad económica y empresarial y la persuasión de la opinión pública", que presentó en el Acto Nacional que la Real Corporación celebró en Granada entre los pasados 22 y 23 de mayo.

En el ámbito económico, Barquero asegura que el impacto es igualmente profundo, ya que la inteligencia artificial está revolucionando industrias enteras, desde la manufactura hasta las finanzas, provocando una redefinición de los modelos de negocio y una creciente dependencia de la economía del conocimiento. Sin embargo, alerta, esta transformación también plantea desafíos urgentes: pérdida de empleos, concentración de poder en pocas manos y una creciente brecha de desigualdad entre quienes dominan la tecnología y quienes quedan al margen.

Ante este panorama, el Académico plantea la necesidad de respuestas políticas y sociales, desde mecanismos de regulación que garanticen el uso ético de los algoritmos a políticas fiscales que obliguen a las grandes corporaciones a redistribuir parte de los beneficios generados con estas herramientas. Para Barquero, el gran reto del siglo XXI pasa por integrar la tecnología en las estructuras sociales de forma ética y sostenible. "La inteligencia artificial puede ser una herramienta de progreso o un factor de deshumanización, dependiendo de cómo decidamos gestionarla", concluye.