Jaime Gil Aluja, Presidente de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, considera que en los algoritmos humanistas debe estar la salida a la crisis económica que ha traído consigo la pandemia por el coronavirus que provoca la Covid-19. Así lo ha expuesto en la primera sesión del Acto Nacional que la RACEF celebra junto a la Universidad de Catabria.
CUANDO EL CONTAGIO PROVOCA LA CRISIS
La ausencia de una mínima previsión, la precipitación de algunas decisiones y sobre todo, las informaciones contradictorias emitidas por los distintos órganos gubernamentales, sobre las circunstancias que envuelven la pandemia han creado confusión y falta de credibilidad en la ciudadanía. La opinión pública ha buscado refugio en una reiterada comparación de esta crisis con crisis anteriores. Una primera idea merece muestra atención:
El tratamiento económico de las consecuencias de una crisis no puede ser el mismo, cuando el origen que la ha provocado es diferente.
Por otra parte, nos hallamos en un momento de cambios profundos que nos están llevando a una nueva forma de vida en común. Los elementos técnicos para el tratamiento del nuevo mundo que se nos avecina no pueden ser los mismos que los utilizados hasta ahora. En un contexto de alta complejidad se ha llegado a la siguiente reflexión:
En un ambiente de complejidad e incertidumbre, no tienen cabida técnicas y operadores mecanicistas surgidos de la lógica booleana. Es preciso recurrir a las lógicas multivalentes, con algoritmos humanistas.
En este sentido hemos construido un nuevo algoritmo, que lo llamamos “Algoritmo de Cantabria”, del que se detallan sus fases. Se trata de una buena representación de los que se pueden elaborar para la sociedad que se percibe en el horizonte. En él se pone de manifiesto que:
No basta con establecer la nueva masa financiera a colocar en el mercado, sino que es necesario establecer su naturaleza y el grado o nivel asignado a cada sector de la producción.
De la riqueza de conclusiones halladas, dan fe las consideraciones que señalamos a continuación.
La oportunidad que representa una situación como la derivada de la pandemia del COVID-19, debe ser aprovechada por los países afectados para realizar una reconstrucción de sus sistemas económicos.
Los nuevos hallazgos extraordinarios capaces de elevar el nivel de bienestar del mundo, también son potencialmente capaces de propiciar actividades perversas. Sobre este tema, la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras organizó un encuentro internacional en Barcelona, los días 15 y 16 de noviembre de 2018.
Hoy podemos deducir de aquel encuentro, que no es lícito hablar de una elección entre impulso o limitación a la prosperidad compartida, como tampoco entre salud o libertad. Debemos alcanzar la una y la otra. La utilización adecuada de los hallazgos surgidos de la Revolución Digital, del Big Data y del Transhumanismo, deben ser una de las principales tareas para alinearse con los países de vanguardia del futuro. Los problemas mundiales solo pueden ser resueltos con solidaridad mundial.