Vicente Liern, Catedrático de Matemáticas para la Economía y la Empresa de la Universdad de Valencia y Académico de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras (RACEF) reflexiona sobre la denominada "impact investing" en el estudio "El éxito de las inversiones de impacto social exige la construcción de indicadores multidimensionales, flexibles y creíbles", presentado en el VI Encuentro Nacional que la Academia celebra estos días en Palma.
Acuñado en 2007 por la Fundación Rockefeller, el concepto "impact investing" se refiere a los negocios que tienen como objetivo explícito lograr un beneficio financiero con resultados sociales medibles y que de manera intencionada y prioritaria abordan necesidades sociales. Se trata de un instrumento financiero que brinda la posibilidad de suplir carencias en los sectores desprotegidos y proporcionar a la vez buenas oportunidades económicas. Sin embargo, a pesar de ser el actual un hipotético momento privilegiado para el "impact investing", estas inversiones constituyen menos del 0,3% del mercado global de valores.
Para Liern, las dudas que generan estos productos radican en su evaluación. "Las inversiones, como gran parte de las actividades humanas, se basan en la toma de decisiones. En momentos de profundos cambios como los que vivimos son pocas las acciones que admiten ser tratadas asumiendo estabilidades. Y el lenguaje matemático clásico resulta insuficiente para analizar y evaluar estos productos", explica.
"La flexibilidad de la lógica borrosa proporciona un marco muy adecuado para diseñar y valorar estrategias en este tipo de inversiones -prosigue-. Con ella podemos introducir dos herramientas: el grado de responsabilidad social y el grado de impacto. Ambas están basadas en métodos de agregación propios de la lógica borrosa y permiten valorar los activos financieros y utilizar esta información en modelos flexibles de optimización multidimensionales".
Liern asegura que cuando las inversiones tienen garantizado satisfacer un nivel de preocupación social prefijado se puede mostrar cómo pueden ordenarse empresas y áreas geográficas, de manera que una inversión de impacto esté justificada.