Michel Metzeltin, Académico Correspondiente para Austria de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras (RACEF), recupera la historia de la Liga Itálica constituida en el siglo XV como ejemplo de equilibrio geopolítico y económico en el actual contexto de enfrentamiento por los recursos y los mercados en el artículo "Économie entre stabilité et instabilité", que presentó en el Acto Internacional de Primavera que la Real Corporación celebró junto a la Swiss UMEF-University of Applied Sciences Institute de Ginebra (Suiza) el pasado mes de abril.
Para el experto, esta entente formada por estados diversos en su forma de gobierno y estructura organizativa, además de rivales políticos y económicos, supone un ejemplo de equilibrio que se mantuvo inalterable durante cuatro décadas y evitó una hegemonía que habría llevado, irremediablemente, a enfrentamientos y empobrecimiento económico de todas las partes. Un acuerdo explícito de paz y armonía que Metzeltin compara con la Guerra Fría, aunque en este caso el catalizador de la paz fue precisamente la disuasión militar. "En períodos de equilibrio los representantes de las principales potencias llegan a compromisos de coexistencia independientemente de ideologías; sus métodos son el diálogo, las renuncias y las compensaciones y conducen a una reducción de la incertidumbre y de los conflictos y permiten el desarrollo de una prosperidad más o menos difusa", argumenta el Académico.
En este sentido, Metzeltin señala que para encontrar un nuevo equilibrio entre las principales potencias podemos pensar en una triangulación entre Estados Unidos, China y Rusia, si bien se decanta mejor por una pentarquía, añadiendo a estas potencias India y la Unión Europea. La UE, añade, como entidad estatal sui generis podría desempeñar el papel del péndulo que tuvo Florencia en el siglo XV, aunque parra ello debería encontrar un equilibrio más claro entre unidad y diversidad, crear una base económica y militar más independiente