Resumen:
El impacto de las desigualdades en el desarrollo y las fracturas sociales en las relaciones internacionales en el Mediterráneo responden a un tema de gran complejidad y actualidad. Las estadísticas nos indican que en el espacio del Mediterráneo se practica el 40% del turismo mundial y es la principal zona de transporte de mercancías con el 30%. El reto está en reducir las desigualdades entre las dos regiones ribereñas norte/sur. En cuanto a riqueza la diferencia es de 1 a 10. La evolución de la población presenta una inversión en las pirámides de edad. Los intercambios comerciales están profundamente desequilibrados. Los planes geopolíticos de la zona del Magreb respecto a Europa tienen especial importancia en el ámbito de la energía y la nueva sociedad del conocimiento juega una pieza fundamental. Se hace especial hincapié en la modernización de Argelia, gracias a las políticas del presidente Abdelaziz Bouteflika y aporta datos comparativos de la evolución espectacular en los últimos años y como ejemplo el PIB que era de 6277 dólares en 2000 ha pasado a 7416 dólares en 2006. Hay un desequilibrio entre las economías del norte tributarias del petróleo y del gas natural y los países del sur que precisan una mejor distribución de la riqueza para su desarrollo. Es evidente que la responsabilidad de los desequilibrios hay que imputarlos al conjunto de países y hay que hacer un esfuerzo para una verdadera integración de los países ribereños del “viejo mar” para el desarrollo solidario y sostenible que elimine las fracturas económicas sociales y culturales.