Resumen:
La angustiosa lucha del hombre para encontrar la justificación de su existencia conduce a este estudio de rigurosa actualidad: la reconquista de la racionalidad humana rompiendo los trágicos lazos que le retienen en la infrahumana situación de alienado, en la crisis de la cultura. Humanidad, convivencia, crisis de la cultura y utopía son ideas que se plantean como un entramado de problemas vigentes y actuales de la imagen cosmológica del mundo. La empresarialidad es una forma de utópica racionalidad que encuadra el fenómeno económico en el marco del comportamiento humano en su ámbito natural. Según este planteamiento el comportamiento humano se reduce a la construcción de un “modelo” que garantice la máxima eficiencia, con criterios maximizadores de fines y medios con objeto de descubrir y aprovechar oportunidades. El empresario se caracteriza porque sus decisiones surgen de su posición de permanente alerta respecto a oportunidades que permanecen ocultas y por ello su actividad se desarrolla en un ambiente de incertidumbre que supone asumir, en alguna forma riesgos, cuya compensación lleva consigo un beneficio, que viene a ser la consecuencia de la eficaz intuición de una perspectiva de posibles oportunidades. Se trata de una utópica explotación de la perspicacia que define al empresario como el organizador de la innovación tecnológica. El hombre dotado del sentido de empresarialidad incorpora el diálogo de lo económico como forma de convivencia, cerrando el ciclo: fe es convicción, convicción es seguridad de convencer; convencer es compromiso de diálogo y diálogo es concordia. En resumen las exigencias de la perfección total como vigencia de un orden de Justicia y Paz.