Resumen:
La econometría que tiene sus orígenes con la fundación de la Econometric Society en 1930 no está en crisis, sino, en todo caso algunas corrientes metodológicas como el deductivismo y el historicismo. La econometría cuyos contornos son aún inciertos, tiene el uso simultáneo de tres componentes: la teoría económica, las matemáticas y la estadística, en la formulación de las hipótesis y la no restricción a modelos particulares. De forma sistemática se intenta dar una visión panorámica de los estudios econométricos más recientes en diversos países para llegar a la conclusión de que las dificultades actuales de la econometría son de crecimiento y de la necesidad de un replanteamiento de la escisión que se produjo entre modelos matemáticos y modelos econométricos. De aquí derivan tres consecuencias imperiosas: la primera es la de insertar más estrechamente la econometría, la segunda premisa es que el economista futuro deberá dominar los algoritmos matemáticos y los métodos estadísticos en medida muy superior a la nuestra y la tercera consecuencia es que dejarán de existir los economistas genéricos y tendremos cultivadores de la economía especializados contemplando una porción más restringida de la realidad económica. La evolución positiva para nuestra generación será la eliminación de dificultades derivadas de la falta de lenguaje comun a economistas y econometristas e incluso de profundas diferencias en los juicios de valor de quienes dedican sus esfuerzos a estos campos de la investigación.