Una de las finalidades de la contabilidad moderna es la de controlar hasta qué punto los recursos patrimoniales de una empresa son correctamente administrados. Ello lleva implícito el principio de que la contabilidad no sólo es un instrumento de política empresarial de la empresa sino también está al servicio de la colectividad dentro de la cual se desarrolla. La empresa es una creación humana y, como tal, está en permanente transformación. Por otra parte el concepto de contabilidad va modificándose conforme al progreso social. En palabras de Wisner, la contabilidad como medio de información económica es el instrumento más útil al servicio de la planificación económica empresarial y la propagación de la economía nacional o supranacional por organismos superiores requieren garantías que sólo pueden encontrarse en una correcta contabilidad desarrollada por profesionales técnicamente preparados.