Valga como punto de arranque de nuestro breve resumen sobre la Escuela de Economía Humanista de Barcelona una pregunta repetidamente formulada desde hace varios decenios: en tiempos de cambios profundos, rápidos y en direcciones difícilmente predeterminables ¿sirven de inspiración los elementos teóricos y técnicos que hemos recibido de las escuelas de economía que nos han precedido?

 

Dejemos sentado de antemano que mucho debemos a quienes tuvieron el valor de traspasar los límites de la filosofía para iniciar una andadura en campos de la ciencia hasta entonces desconocidos. Pero también lo es que los tiempos han cambiado, afortunadamente, y las comunidades humanas han dejado de ser conjuntos para convertirse en sistemas de convivencia con alto nivel de interacción social, ideológica, económica y humana.

 

Este veloz cambio en las realidades no ha sido seguido a la misma velocidad por las aportaciones de la ciencia económica.

 

Creemos que ha llegado el momento de recoger los retazos de conocimiento económico recibidos, para modificarlos, complementarlos y unirlos en un conjunto armónico y dar respuesta así a los retos que plantea la complejidad y la incertidumbre de nuestro tiempo.

 

Ha quedado demostrado con creces que los trabajos realizados en el seno de nuestra Real Corporación, así como los individualmente elaborados por una parte importante de los Académicos integrados en ella, van en esta dirección y merecieron los más inequívocos elogios llegados desde muchos espacios geográficos del mundo, cuando se empezó a hablar de una nueva escuela, que se fue conociendo como Escuela de Economía Humanista de Barcelona.

 

Tres ejemplos muy significativos pueden servir, creemos, para ilustrar los iniciales ecos de nuestros trabajos en centros de investigación avanzada de otros países:

 

1.- Las nueve obras realizadas en varios idiomas debidas a Arnorld Kaufmann y Jaime Gil Aluja son consideradas como los primeros libros que se hicieron públicos en el mundo sobre la nueva economía de la incertidumbre. 

 

Una de estas obras, Técnicas operativas de gestión para el tratamiento de la incertidumbre, fue prologada por el que fue primer ministro de Francia, Excmo. Dr. Raymond Barre, quien inicia la presentación del libro señalando: "Al estudiar los problemas y las posibilidades de la gestión en el ámbito de la incertidumbre, los profesores Kaufmann y Gil Aluja abren perspectivas estimulantes al conocimiento y la acción económica".

 

Y, después de resaltar el hecho de que "el entorno económico, social, financiero de las empresas cambia incesantemente" afirma que "a consecuencia de los actos del humano, porque es libre y dotado de imaginación, como las relaciones entre los humanos, porque estos no son robots, son las causas profundas de la incertidumbre".

 

"Para el tratamiento de la incertidumbre -señala- no se puede utilizar una lógica, la booleana, tan simple en relación con la realidad humana: La elección no se hace solamente en términos de sí o no, de blanco o negro, se realiza en una zona de grises, que corresponde a diversos niveles de verdad".  

 

Continúa destacando que "la novedad de los análisis se explica por la calidad de los autores… Estos dos sabios han estado siempre en contacto con las realidades de la empresa, estableciendo así una fecunda relación entre la ciencia y la acción".

 

Y termina "rindiendo tributo a una colaboración ejemplar entre un universitario francés y un universitario español que trabajan en dos grandes ciudades, Grenoble y Barcelona, en donde la actividad intelectual y el espíritu de empresa han sido tradicionalmente fértiles". Esta obra se publicó en 1987.

 

Por otra parte, el propio Dr. Lotfi Zadeh creador de los Fuzzy Sets valoró el interés de estas investigaciones ya desde finales de los años 80 del pasado siglo XX. Tanto es así que cuando los investigadores del ámbito económico se ponían en contacto con él en California, los dirigía a Barcelona. Los Académicos conocen el caso del ahora Académico Correspondiente por Azerbaiyán, Ilmo. Dr. Korkmaz Imanov, a quien, después de un viaje desde Azerbaiyán a Estados Unidos, el profesor Zadeh le dijo que se había equivocado de país: "Ahora las cosas de economía tienen lugar en Barcelona".

 

2.- Nos hemos permitido citarr en este relato copia de la carta que antes de morir el Profesor Kaufmann dirigió a sus "amigos e investigadores españoles", el 2 de abril de 1994, mencionando sus cursos y la "colaboración con el Profesor Gil Aluja desde 1979 con trabajos de investigación avanzados" y que, gracias a esta colaboración, se habían formado grupos de investigación. Finaliza la larga carta con un agradecimiento a las "aportaciones realizadas y a las que vendrán en el futuro para el desarrollo de la ciencia en su país y a escala mundial". 

 

En realidad, este mensaje se ha convertido en un documento que acredita la transmisión de una «herencia intelectual» por la que nos sentimos altamente agradecidos.

 

3.- Quizás sean menos conocidos los encuentros con un grupo de intelectuales europeos en Bélgica, alrededor de personalidades tales como el Dr. Jacques Pezé, de la Association Environnement et Santé, y el propio Dr. Arnold Kaufmann.

 

Nuestro primer encuentro se remonta a finales de los años 60 y muy al principio de los 70 del pasado siglo XX, como consecuencia de la lectura de una obra colectiva editada en un modesto pero gran libro La Civilisation Promotionnelle, resultado de las reuniones periódicas de "una treintena de intelectuales de toda clase de disciplinas para elaborar algunas parcelas de elementos constructivos frente al desafío tecnológico". ¡Y estamos hablando del año 1968!

 

Nuestros contactos con este grupo fueron crecientes, sobre todo con un pensador tan profundo como el Dr. Jacques Pezé, con quien coincidía frecuentemente en la Universidad París-Dauphine en mis años de profesor de "Microéconomie Approfondie".

 

El 18 de agosto del año 2000 recibí una carta del Dr. Pezé que empezaba así: "Cuando nos encontramos por primera vez en la Universidad París-Dauphine, en donde acababa de impartir su curso sobre Fuzzy Economy, recuerdo muy bien su sorpresa cuando yo le dije: para mí, las matemáticas en Europa eran y seguirán siendo Barcelona".

 

Para continuar: "Después de su exposición, todos comprendieron que al utilizar el razonamiento con espíritu matemático Fuzzy para tener en cuenta las reacciones personales del individuo frente a la polución en el interior del hábitat, hizo una extensión del empleo de este razonamiento matemático hasta el ámbito de la biología. Era la primera vez que esto se hacía. Se trataba, pues, de una primicia mundial".

 

Las palabras finales de su carta bien merecen ser recordadas en estos momentos: "Pasando revista a aquellos episodios, he constatado que no solamente las matemáticas en Europa eran antes Barcelona, sino que, ahora, ¡son las matemáticas de Barcelona las que vienen a Bélgica para las reuniones europeas! Esto habría divertido mucho a Arnold Kaufmann si estuviera aún con nosotros".

 

En estos momentos se está percibiendo con fuerza la consolidación de cuanto se ha estado haciendo en los últimos veinte años: Barcelona es ya la cuna en donde crece y desde donde se transmite una economía humanista.

 

Hasta aquí, de manera muy resumida, los antecedentes de la Escuela de Economía Humanista de Barcelona. Veamos ahora cómo puede ser insertada en el proceso evolutivo de la actividad económica, tanto en el tiempo como entre sus respectivos espacios de investigación. Para ello, quizás pueda ser útil recordar el papel de las Escuelas en el cambio del pensamiento económico.

 

Una breve referencia a las Escuelas del pensamiento económico

 

Para situar la Escuela de Economía Humanista de Barcelona en su justo espacio temporal y conceptual, dentro de la evolución de la Ciencia Económica vamos a situar el inicio de este recorrido a mediados del siglo XVIII, cuando el escocés Adam Smith (1723-1790) publica su obra fundamental Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las nacionales (1776).

 

Smith es considerado como el percusor del liberalismo económico y aún hoy se le considera como uno de los economistas clásicos, situándolo en un primer plano en la historia de la ciencia económica. Es quien pone en cierto modo sobre la mesa de la ciencia un capitalismo de libre mercado.

 

Conocidas y repetidas han sido algunas de sus frases tales como la existencia de una «ley natural que lleva al humano a actuar en favor de su mejor bienestar; la superioridad del "trabajo individual» sobre el «trabajo en grupo": la proclamación de una "libertad económica plena; la no intervención de las administraciones públicas facilita la consecución de los objetivos individuales". Todo ello, beneficiando a la sociedad en su conjunto.

 

En este recorrido obligadamente fugaz, nos vamos a adentrar en el siglo XIX para ver los antecedentes y el alumbramiento de la llamada Escuela Neoclásica. Para ello, hemos escogido seguir de la mano de Alfred Marshall (1842-1924).

 

Con su agrupación y sistematización de las teorías económicas, entonces aceptadas, y subsiguientes trabajos, después considerados como clásicos, Marshall ejerció una gran influencia en todo el ámbito económico. Pero, a nuestro entender su carácter diferencial fue fruto de sus estudios sobre la marginalidad, lo que le llevó a desarrollar y ser uno de los principales intérpretes de la utilidad marginal.

 

Creemos no excedernos si, para dar una idea global de la Escuela Neoclásica, unimos a su figura algunos de sus antecesores en los hallazgos que luego han definido esa escuela, como David Ricardo, John Stuart Mill, Léon Walras y William Stanley Jevons, reuniendo así ricardianos y marginalistas en una sola escuela.

 

Aunque quizás con menor influencia global, pero con una gran implantación en la Europa central, cabe también considerar la Escuela Histórica Alemana de Economía, cuyos inicios van ligados a la obra de Friedrich List (1789-1846).

 

El pensamiento de fondo de esta escuela se encuentra en la idea de que el conocimiento social y económico se adquiere por el estudio de la historia. En sus aspectos más radicales, se considera el método inductivo como el único válido para la creación científica en economía.

 

A lo largo del tiempo, y con todos los matices, se han considerado como pertenecientes a esa escuela conocidos autores de obras de economía tales como Wilhelm Roscher, Bruno Hildebrand y Karl Knies; y también Gustav von Schmoller, Adolf Wagner y Étienne Laspeyres, así como Werner Sombart, Max Weber y Willhelm Lexis.

 

En definitiva, según la Escuela Histórica Alemana, las teorías con base deductiva no tienen carácter de generalidad, ya que economía y cultura ejercen siempre una incidencia la una sobre la otra y existen tantas culturas como sociedades que las poseen.

 

En este breve repaso a algunas de las escuelas más conocidas de Europa, no se puede olvidar la Escuela Austríaca, llamada también Escuela de Viena.

 

La Escuela Económica de Viena nace a finales del siglo XIX e inicios del XX como reacción de un grupo de economistas centroeuropeos a las tesis que conformaban otras escuelas, principalmente la Escuela Histórica. 

 

La Escuela Austriaca considera que solo es posible construir un cuerpo científico en economía si se fundamenta en los elementos de una lógica a partir de uno o varios principios básicos. 

 

Entre los primeros investigadores que formaron su cuerpo de doctrina cabe citar a Carl Menger y Eugen von Böhm-Bawerk, entre otros.

 

En su obra Principios de economía política (1871), es cuando se considera que Menger realiza su importante inmersión en la teoría de la utilidad marginal. Carl Menger (1840-1921), en Austria, William Stanley Jevons (1835-1882) en Inglaterra, y Léon Walras (1834-1910), francés pero que ejerce en la Escuela de Lausana, en Suiza, fueron los protagonistas de las tres corrientes que emprendió el enfoque marginalista de la economía.

 

A la Escuela de Viena se debe, entre otras aportaciones, la teoría del valor subjetivo, así como, específicamente, la incorporación del marginalismo a la teoría de los precios.

 

Después de este obligado, breve e incompleto recorrido general por las diferentes escuelas, creemos estar en disposición de incluir en él a la Escuela de Economía Humanista de Barcelona, con todos los honores.

 

El germen de una nueva escuela de pensamiento económico

 

Muchas y variadas son las iniciativas y actividades llevadas a término en los dos últimos decenios, que confirman la alta participación de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras de España (RACEF) en el desarrollo y consolidación de la Escuela de Economía Humanista de Barcelona. 

 

En síntesis, esta escuela es fruto de un amplio movimiento desplegado para dar a conocer la creación y evolución de un conjunto de conceptos, técnicas, teorías, métodos y procedimientos que, en base a un principio general, el Principio de Simultaneidad Gradual; una matemática principalmente numérica, los Fuzzy Sets, y una matemática no numérica de la incertidumbre se ha ido desarrollando desde la herencia de unos esquemas formales recogidos en la Investigación Operativa (Operational Research).

 

Todo ello ha permitido crear y elaborar un conjunto armónico de conocimientos de naturaleza humanista frente al mecanicismo imperante en la ciencia económica hasta hace pocos años.

 

El problema que había subsistido desde los primeros momentos en los que se habla de ciencia económica en las principales escuelas era la subjetividad. Y, a pesar de los esfuerzos realizados desde una y otra escuela, no se había encontrado una respuesta concluyente, aceptada de manera unánime.

 

 La Escuela de Economía Humanista de Barcelona, a partir de un principio central (Principio de Simultaneidad Gradual), su conceptualización (medida y valuación; grado o nivel; playa de entropía…) y la utilización de nuevos y rescatados operadores (distancia, max-min…), han conseguido unos resultados altamente satisfactorios, testados con éxito en nuevos algoritmos.

 

En este sentido, la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras de España ha jugado un importante papel, al cobijar una parte importante de investigadores en economía, permitiendo así una mayor posibilidad de colaboración y una más alta creatividad en sus trabajos.

 

Pero, aun siendo este aspecto de tanta trascendencia, también lo es la oportunidad que esta Real Corporación ha brindado para que creaciones y nuevos hallazgos hayan sido transmitidos a los grupos y esferas científicas más interesadas de todo el planeta.

 

Esto ha tenido lugar, principalmente, gracias y a través de: 

 

1.- La elaboración y edición de obras.

 

2.- El establecimiento de 32 acuerdos de colaboración científica con otras altas instituciones.

 

3.- La realización de 19 actos y seminarios internacionales en Barcelona.

 

4.- Los 12 actos y seminarios realizados conjuntamente con miembros de otras instituciones en otras comunidades autónomas.

 

5.- Los 21 actos y seminarios realizados en otros países del mundo.

 

Pero la actividad de la Real Academia no se ha detenido en estas importantes manifestaciones. Nuevas tareas, actos e investigaciones se van incorporando de manera continuada a las existentes.

 

No pocos miembros de estas instituciones académicas han colaborado y están colaborando en los trabajos que realiza el Observatorio de Investigación de la RACEF y participan de manera activa en nuestros seminarios y otras jornadas internacionales. 

 

Sin excepción, estamos recibiendo de ellos muestras de adhesión a la Escuela de Economía Humanista de Barcelona.

 

La aportación de la red de investigación de la RACEF Barcelona Economics Network a la Escuela de Economía Humanista

 

Por su alta incidencia internacional, nos permitimos subrayar que fue en los albores del siglo XXI cuando pusimos en marcha un gran proyecto que se ha ido consolidando con los años. Nos referimos al ya citado Acto Internacional de Barcelona, como una reunión de nuestra red internacional Barcelona Economics Network.

 

Su objetivo era fortalecer la cohesión entre grupos de investigadores de la ciencia económica de todos los continentes para transformar los instrumentos y operadores lógicos y matemáticos de corte mecanicista (generalmente utilizados entonces) en elementos teóricos y técnicos aptos para conseguir un tratamiento humanista a los cada vez más complejos problemas que la fenomenología real iba presentando.

 

Se estableció, entonces, la realización de una reunión anual en el otoño barcelonés bajo un tema preestablecido, sobre el que los investigadores participantes elaborarían un trabajo, que sería expuesto, discutido y, al final, publicado en un libro editado en papel y de manera digital.

 

Por la coincidencia del tema base de las investigaciones y por los principios y elementos teóricos y técnicos utilizados, el trabajo podría tener un alto grado de homogeneidad, como así fue sucediendo, cada vez en mayor grado o nivel, a medida que fueron transcurriendo las sucesivas ediciones. La Escuela de Economía Humanista de Barcelona se iba, con ello, consolidando y dando a conocer a todos los continentes. 

 

Consideraciones finales

 

A lo largo de este relato hemos intentado poner de manifiesto que, en el transcurso de los últimos cincuenta años, se han ido formando y alcanzando un elevado prestigio en el mundo de la investigación los trabajos que hoy ya se conciben formando parte de la Escuela de Economía Humanista de Barcelona. 

 

Por su origen, por su labor y por la transmisión de los conocimientos, la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras de España ha jugado, en los últimos veinte años, un papel activo y positivo en el contexto académico internacional. No pocos de sus académicos han alcanzado un merecido protagonismo dentro de la creación y transmisión del conocimiento al más alto nivel.

 

Dadas las difíciles circunstancias que estaban atravesando los sistemas económicos en esta etapa de la historia reciente, consideramos, en el año 2021 de pandémico recuerdo, que había llegado el momento de hacer pública y formal la implicación de nuestra Real Corporación en ese magno movimiento científico.

 

Y, en este sentido, con fecha 17 de junio de 2021, se reunió la Junta de Gobierno y acordó, por unanimidad, trasladar a la Junta General, para su aprobación, la adopción de las oportunas iniciativas destinadas a potenciar este movimiento intelectual de tan largo recorrido. La Junta General, en esa misma fecha, acogió con entusiasmo la propuesta, también por unanimidad.

 

El Excmo. Sr. Presidente informó que ya se habían adoptado las medidas oportunas por parte de la Bibliotecaria y Directora del Observatorio de Investigación, Ana María Gil. En la actualidad, la denominación de la Escuela ha sido registrada en el archivo de la Oficina Española de Patentes y Marcas.

 

Consideramos que incorporar esta escuela del pensamiento económico en el mapa de la evolución científica de la economía significa, para sus miembros, un pasaporte para la historia.

 

Los hallazgos individuales, por muy relevantes que sean en un determinado momento, son habitualmente olvidados y pasan a formar parte de una normalidad aceptada. Se pueden o no utilizar en las realidades que vayan surgiendo pero van a ser considerados, eventualmente, como conocimientos de origen popular y anónimo. Sus autores y el trabajo a veces ímprobo que han realizado no van a merecer un mísero rincón en las infinitas páginas del recuerdo. Así lo hemos podido comprobar con la larga vivencia en nuestra aventura investigadora.

 

Muchos, casi nos atreveríamos todos los economistas a quienes hemos citado en este mismo texto al referirnos a las sucesivas escuelas de economía, no habrían salido a la luz de no haber pertenecido a sus respectivas escuelas de pensamiento.

 

Y después de un correcto análisis comparativo entre las aportaciones por ellos realizadas y las que hasta ahora han tenido lugar en el seno de nuestra Real Corporación, se puede concluir, sin rubor, que no se da, ni mucho menos, una diferencia que nos haga sentir en inferioridad.

 

Jaime Gil Aluja

Presidente de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras de España

Barcelona, 14 de enero de 2025