En la República federal Alemana se hallaban en los años cincuenta bajo el signo de la reconstrucción de la postrada industria y de las ciudades destruidas. Se produjo el milagro alemán al que colaboró de una manera decisiva el Banco emisor por su labor de reincorporación a la comunidad internacional y en pro de la estabilidad monetaria. La Ley para el fomento de la estabilidad y el crecimiento de la economía han sido instrumentos para la armonización entre la política monetaria y la política fiscal. La Ley alemana establece una serie de prevenciones, incluso para los estados federales, de adoptar una actitud anticíclica tanto al establecer los presupuestos como en su ejecución, estableciéndose la denominada reserva de compensación coyuntural cuya provisión y uso fue eficazmente respaldada por el Bundesbank. Del ejemplo alemán cabe acaso derivar la exigencia planteada a los Organismos políticos-económicos, en el sentido de activar con mayor decisión y, por tanto, incluso a costa de impopularidad. El secreto del éxito de la política coyuntural alemana radica en que su normativa sienta las premisas para una coordinación y adecuada economía financiera de los sectores públicos a todos los niveles, lo que da idea de la flexibilidad de su concepción.