Las cajas han demostrado desde su fundación (siglo XIX) su eficacia financiera y capacidad operativa. La LORCA, introduce en su deseo de democratización la incorporación de las diversas formaciones políticas en los Órganos Rectores de las Cajas. Si las decisiones profesionales, se sustituyen por influencias políticas, los peligros para estas instituciones son evidentes. Ante esta situación, no deseada, pero ya presente en algunas cajas Confederadas, planteo la necesidad de un cambio en el status jurídico de las cajas. Por supuesto es un asunto delicado que debe ser objeto de una profunda meditación con decisiones prudentes pero firmes que eviten un deterioro progresivo en mas del 50% del sistema financiero español. Actualmente se esta redactando un Código de Conducta ( que se pretende sea aceptado voluntariamente por las Cajas) modificando, entre otros, la presencia de políticos en Órganos de Decisión y limitando ciertas inversiones en sectores estratégicos.