En los países de nuestro entorno europeo la empresa pública absorbe anualmente un importe superior al veinte por ciento de sus inversiones. La Empresa Publica no resulta fácil de definir ya que se trata de una institución con problemática propia, con diferentes incidencias en los aspectos económico-sociales; financiero-económicos y ámbitos de índole local o sectores monetario y crediticio. El planteamiento de la institución en diversos países aporta elementos de juicio para tener una visión paralela del desarrollo de la empresa pública en nuestro país. De su análisis se puede apreciar en el concierto internacional dos situaciones límite en ellas se considera que la empresa pública al actuar ha de degenerar en la ineficiencia o la corrupción, o bien, se parte de la premisa de que la empresa pública constituye el medio adecuado para vitalizar un régimen en el que el poder de decisión en lo económico y en lo político aparecen indiscriminados. En el primer supuesto se contempla la empresa pública con extraordinaria prevención, mientras que en el segundo constituye el medio utilizado para impulsar las nuevas realizaciones que se pretenden alcanzar en el campo económico. Como conclusión se propone que la irrupción de la Administración Pública en la actividad económica debe realizarse conciliando la actividad económica pública con la forma jurídica privada.