En el tema de la integración es de máxima actualidad y hacía ella se camina por doquier. A la evidente desintegración de Estados en lo político hay un movimiento contrario pero complementario, de su integración económica. Un acicate para la integración hispanoamericana es el de la capacidad negociadora en el concierto mundial así como el primer paso dado en Centroamérica con el éxito del MCCA. Hay que hacer hincapié en aquellos aspectos francamente positivos, y entre ellos, la labor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que su Presidente, el chileno Felipe Herrera, gusta llamar “banco de la integración”, destacando además la aportación española (20 millones de dólares) que se añaden –con evidente efecto multiplicador- a nuestra oferta de 1.000 millones de dólares decenales sobradamente conocida en los ambientes iberoamericanos. Calificar de crisis una etapa difícil de un proceso de integración es no saber lo que es un proceso de integración. Si se ha fijado un calendario, como en Bruselas, la crisis surge en las fechas prefijadas, pues hay que remover intereses de grandísimo peso y la decisión es difícil de tomar de modo sincrónico. (Entonces hay que parar el reloj, correr el maratón, etc). Si no se ha fijado un calendario estricto, como en el caso de ALALC, hay que tomar entonces decisiones políticas “ad hoc”, y mientras esto no suceda la discusión técnica se excita, pero luego languidece, y entonces parece que la negociación no avanza. Hay que reconocer, como ya es cliché habitual de todas estas reuniones, que “el proceso es irreversible” e inevitable. Cada reunión de ALALC suscita problemas tremendos, pero ¡cuántas cosas han cambiado desde 1960! Por ahora, al conseguirse escasos avances en el plano de los Once (ALALC), la Declaración de los Presidente de Punta del Este –documento básico que fue mal acogido por la opinión debido a la falta de respaldo financiero de los EUA a la formación del MCLA, sin perjuicio de su apoyo moral- marca un nuevo rumbo: el MCLA como meta final y, como nuevo eslabón integrador, el acuerdo Subregional.